Chichi
“Cuando enfermé por primera vez pensé que era malaria. Fui a hacerme las pruebas a mi clínica local y el resultado fue positivo. Pero después del tratamiento no mejoré, así que volví a hacerme las pruebas y en la clínica pensaron que era fiebre tifoidea. Sin embargo, el resultado también fue negativo. Me enviaron al hospital central, donde me examinaron y me aconsejaron que me hiciera la prueba de la tuberculosis. Al principio me hicieron una radiografía, pero no apareció nada, así que di una muestra de esputo y la analizaron con microscopio. Pero seguía sin aparecer nada.
Mi estado empeoró y pronto no pude salir de casa, estaba demasiado débil. Mi familia estaba muy preocupada por mí y yo tenía miedo de que ellos también se contagiaran de mi enfermedad. Fue una época muy mala para todos.
Pero entonces me llamaron del hospital y un médico me dijo que habían enviado mi muestra a una organización llamada APOPO que entrena ratas para que huelan la TB en muestras de esputo humano. Las ratas habían analizado mi muestra y habían demostrado que detectaban la TB. Volvieron a analizar mi muestra en un laboratorio y confirmaron la tuberculosis. El hospital me puso inmediatamente en tratamiento, y ahora me encuentro mucho mejor.”
