En la zona afectada por las minas de Malipati, cerca del puesto fronterizo de Sango, en Zimbabue, la mujer desminadora Rhodah es un símbolo del cambio gradual en un campo tradicionalmente dominado por los hombres. Su trabajo con APOPO Mine Action refleja un cambio creciente hacia la inclusión en la retirada de minas, un sector conocido por sus problemas de género. Con el objetivo de APOPO de establecer un entorno libre de minas terrestres en Zimbabue para 2025, el papel de Rhodah no sólo contribuye a la seguridad de la comunidad, sino que también mueve la aguja hacia la igualdad de género en este exigente campo.
Vida temprana y conciencia de las minas terrestres

Los primeros años de la vida de Rhodah estuvieron marcados por la amenaza constante de las minas terrestres. “Conocí las minas terrestres cuando mi abuela siempre advertía a mi hermano de que no cambiara los pastos para el ganado”, cuenta Rhodah.
“Siempre nos vendían carne de vacuno en distintos hogares después de que el ganado pisara una mina terrestre”, dice. “No teníamos ninguna educación sobre las minas terrestres. Sólo sabíamos que hay un lugar llamado , “chiwayana” (el pequeño alambre), esto se refería a la valla que la comunidad local había levantado donde sospechaban que empezaba el campo de minas.”
“En 2014, el Ejército Nacional de Zimbabue vino a la aldea para ayudar a las víctimas con prótesis. Empecé a ser muy curiosa y quería saber más sobre las minas terrestres. Fue entonces cuando obtuve más información”, afirma Rhodah.
Unirse a APOPO Mine Action

Antes de unirse a APOPO, la vida de Rhodah era relativamente tranquila, y dedicaba su tiempo al comercio a pequeña escala. “Estaba ociosa en casa, a veces compraba y vendía ropa y comestibles de Mozambique”, dice.
La oportunidad de unirse a APOPO representaba un cambio significativo. A pesar de los riesgos conocidos, la decisión de Rhodah de presentarse fue impulsada por el deseo de marcar la diferencia. “Dudaba si solicitar el trabajo por lo que había oído sobre las minas terrestres, pero al final pensé que podía aceptar el reto”, explica, destacando un momento decisivo en su vida. “Afortunadamente, cuando reclutaron, no distinguían entre mujeres y hombres. Pensé en intentarlo durante tres meses y, si no podía con el trabajo, volvería a casa” .
Tres meses se convirtieron en varios años, y Rhodah prospera ahora en su papel de jefa de equipo en APOPO.
El viaje de una jefa de equipo
Como jefa de equipo en la lucha contra las minas, Rhodah está abriendo nuevos caminos. Su papel desafía no sólo los estereotipos de género, sino también las percepciones sociales más amplias. “Todos los días, cuando me levanto, ni siquiera me recuerdo a mí misma que soy una mujer, lo único que sé es que voy a trabajar como cualquiera”, afirma.
El impacto de Rhodah se deja sentir más allá de sus logros profesionales, transformando las percepciones de la comunidad. Al principio, los hombres de su comunidad se mostraban escépticos, pero desde entonces se ha ganado el respeto y el reconocimiento. Ahora se refieren a ella como “soldado”, un apodo que demuestra aceptación y respeto.
Trabajar con APOPO ha supuesto cambios significativos en la vida de Rhodah. “APOPO ha cambiado muchas cosas en mi vida, personalmente ahora soy autosuficiente”, explica. Esta independencia le ha permitido mantener a su familia y emprender nuevos negocios.
A otras mujeres desminadoras, Rhodah les ofrece consejos basados en sus experiencias. “Las cosas buenas llegan a quienes trabajan duro”, aconseja, animándolas a aprovechar las oportunidades.
La historia de Rhodah, que fue ascendiendo en el escalafón hasta llegar al puesto de jefa de equipo, es un gran ejemplo de superación de retos en un campo considerado peligroso y dominado por los hombres. A través de su trabajo con APOPO Mine Action, contribuye a que su comunidad sea más segura, además de allanar el camino para una mayor igualdad de género en la acción contra las minas.
Gracias al apoyo continuado del gobierno estadounidense y de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), APOPO tiene previsto seguir aumentando su impacto en las comunidades vulnerables que viven junto a los campos de minas, donde la pobreza y la inseguridad alimentaria han supuesto un reto durante muchos años. Mediante un apoyo financiero constante y colaboraciones sólidas, APOPO pretende proporcionar a las familias acceso a una tierra segura, fomentando la esperanza de un futuro mejor. APOPO celebra y agradece a todas las mujeres que trabajan en nuestros programas su valentía, dedicación y duro trabajo. Promovemos la inclusión de las mujeres en todos los puestos, y creemos que encontrar un equilibrio de género es beneficioso para todos.
APOPO Mine Action Zimbabwe expresa su más sincero agradecimiento a todos los donantes y socios, cuyo apoyo crucial es decisivo para el éxito de nuestro proyecto.
