Progresos y próximos pasos
El 20 de febrero de 2025, APOPO Angola visitó su Proyecto Piloto de Agricultura Agrícola Sintrópica en Caiombo, municipio de Ebo, provincia de Cuanza Sul. La visita marcó un hito importante: la primera cosecha, que produjo unos modestos 25 kg de mandioca y 5 kg de maíz.
Aunque éste fue un pequeño pero significativo paso adelante, el proyecto se enfrenta a importantes retos, como la erosión del agua, las plagas y las enfermedades de las plantas. Estas dificultades han dado lugar a debates sobre cómo adaptar y mejorar las técnicas agrícolas para obtener mejores resultados en futuras cosechas.
APOPO llevó a cabo operaciones de desminado en el pueblo de Caiombo de agosto a diciembre de 2021, con el resultado de casi 350.000 metros cuadrados de tierra devueltos a la comunidad y 39 minas terrestres y otros 360 restos explosivos de guerra (REG) destruidos. El proyecto piloto de agricultura sintrópica forma parte de un programa más amplio de formación posterior al desminado dirigido por APOPO para promover prácticas agrícolas sostenibles en las zonas recién desminadas.
¿Qué es la agricultura sintrópica?
La agricultura sintrópica es un método agroforestal diseñado para restaurar las tierras degradadas y mejorar la productividad agrícola imitando los ecosistemas naturales. Se basa en cuatro principios clave:
- Estratificación – Las distintas plantas crecen a distintas alturas, como en un bosque natural.
- Planificación de la sucesión – Las especies de crecimiento rápido preparan el suelo para cultivos a más largo plazo.
- Cubierta permanente del suelo – Una capa continua de plantas y mantillo orgánico protege contra la erosión y retiene la humedad.
- Biodiversidad – Una mezcla diversa de árboles, arbustos y cultivos ayuda a controlar las plagas de forma natural y enriquece el suelo.
Siguiendo estos principios, la agricultura sintrópica puede mejorar la salud del suelo y reducir la dependencia de los fertilizantes y pesticidas químicos, lo que la convierte en un enfoque ideal para los esfuerzos de recuperación agrícola de Angola tras la mina terrestre.
Retos y ajustes
El proyecto piloto APOPO se lanzado a principios de 2024 tras un taller de agricultura sintrópica de tres días en Caiombodirigido por el experto en agrosilvicultura Roland van Reenen. Un total de 35 participantes -entre agricultores locales y representantes de organizaciones asociadas- recibieron formación sobre los principios y la aplicación de la agricultura sintrópica.Junto con el formador, los 35 alumnos trabajaron activamente para establecer un campo piloto agrícola de 20 x 25 metros (500 metros cuadrados) para plantar una combinación de árboles, verduras, legumbres, árboles frutales, cereales y raíces.
Cuatro de los agricultores -Eduardo, Carlos, Joaquim y Manuel- fueron designados posteriormente “Campeones” para dirigir la implantación sobre el terreno. Para apoyar su implicación, cada uno de ellos recibe un pago mensual por su trabajo de mantenimiento y mejora del sistema en el proyecto piloto.
Sin embargo, como era de esperar con cualquier nueva iniciativa agrícola, no todo salió como estaba previsto. Muchas plantas, incluidas las judías y los cacahuetes, no sobrevivieron debido a una combinación de erosión hídrica, plagas y agotamiento del suelo. Estas dificultades han puesto de relieve la importancia de adaptar el enfoque en función de las realidades del terreno.
Para afrontar estos retos, Roland van Reenen proporcionó asesoramiento clave al equipo:
“¡La mejor práctica contra la erosión hídrica es plantar más plantas! Es esencial evitar dejar el suelo al descubierto. Esto, junto con un acolchado minucioso, controlará de forma natural las plagas y evitará las enfermedades de las plantas al enriquecer el suelo.”
Esta orientación subraya la importancia de aumentar la densidad de plantas y la cobertura del suelo para mejorar la resiliencia y evitar una mayor degradación del suelo.
El papel de los socios de APOPO en Angola
A lo largo del proyecto, APOPO ha colaborado estrechamente con varios socios clave de Angola para garantizar el éxito de la iniciativa. El sitio Autoridad Nacional de Acción contra las Minas (ANAM)responsable de coordinar los esfuerzos de desminado y rehabilitación de tierras, ha proporcionado orientación sobre la mejor manera de utilizar las tierras desminadas para la agricultura. El sitio Instituto de Desarrollo Agrario (IDA)un organismo gubernamental de apoyo a la agricultura sostenible, ha aportado sus conocimientos técnicos para ayudar a los agricultores a adaptar sus prácticas. La Asociación Samuel Brace Cole (ASBC), una ONG local centrada en el desarrollo comunitario, ha participado en la formación y capacitación de los agricultores locales. Mientras tanto, la Junta de Ebo, el consejo municipal que supervisa la gobernanza local, ha desempeñado un papel clave facilitando la participación de la comunidad y apoyando las iniciativas agrícolas de la región.
Próximos pasos
Teniendo en cuenta las aportaciones de Roland van Reenen, el equipo del proyecto ha esbozado los siguientes pasos:
- Aumentar la diversidad de cultivos para reforzar la salud del suelo y crear un ecosistema más resistente.
- Aplica más mantillo orgánico para proteger el suelo de la erosión y retener la humedad.
- Ajustar las técnicas de plantación basándose en las lecciones aprendidas de la primera cosecha.
António Kuti, APOPO’s Educación sobre el Riesgo de los Artefactos Explosivos Oficial, supervisa el proyecto, mientras que los cuatro “Campeones” locales siguen dirigiendo las actividades diarias. Sus pagos mensuales garantizan que puedan dedicar tiempo y esfuerzo a perfeccionar y mejorar el sistema. La esperanza es que, con el éxito del proyecto piloto, otros agricultores locales también puedan implantar sistemas similares en la zona.
Esta primera cosecha ha sido pequeña y sigue habiendo retos, pero se han aprendido lecciones valiosas. Con ajustes continuos y la orientación de expertos, el proyecto aspira a ser más sostenible y productivo con el tiempo.
Al utilizar la agricultura sintrópica para rehabilitar antiguos campos de minas, APOPO no se limita a cultivar, sino que guía a los agricultores locales para que restauren sus tierras de forma sostenible y mejoren sus medios de subsistencia.