Saidi
Saidi es constructor y cuando enfermó tuvo que dejar de trabajar y se endeudó rápidamente .
“Soy albañil y trabajo en obras en los alrededores de la ciudad de Dar es Salaam, por lo que mi trabajo depende de mi buena salud. Cuando enfermé de tuberculosis (TB), tuve que dejar de trabajar durante tres semanas sin cobrar. Tuve que hacerme muchas pruebas para distintas enfermedades, tres en total para la TB, y todas dieron negativo. Fueron unos cinco viajes distintos al hospital, lo que resulta costoso en gastos de transporte.
Al final me llamaron de la clínica y me dijeron que mi enfermedad era tuberculosis. Habían enviado mi muestra de esputo a un lugar llamado APOPO, que volvió a analizarla utilizando ratas capaces de oler la tuberculosis. Nunca había oído hablar de algo así. Son mejores que los microscopios de la clínica. Cuando las ratas huelen la TB en una muestra, APOPO la comprueba en su laboratorio para confirmar que efectivamente hay TB. Entonces llamaron a mi clínica, que me trajo de vuelta para tratarme. Ahora estoy casi a pleno rendimiento y ya he vuelto al trabajo.
No tener paga, aunque sea por poco tiempo, es un gran problema para mí. Mi trabajo mantiene a mi familia, pero vivimos al día, así que no tener ingresos, más los gastos de transporte, significa que he tenido que pedir dinero prestado a amigos y familiares para salir adelante. Aunque ahora estoy mejor, mi familia sigue endeudada, así que durante los próximos meses tendremos que recortar en otras cosas. A duras penas consigo mantener a mis hijos en la escuela, pero no puedo comprarles libros ni uniformes nuevos; tendrán que esperar. Mi mujer está adelgazando porque también hemos reducido la comida. Siento que todo es culpa mía y que no soy un buen marido. Cuando la gente que no gana mucho como nosotros se ve afectada por este tipo de problemas económicos, se produce un grave efecto dominó que lleva tiempo superar.”
Ayuda a APOPO a ayudar a más personas vulnerables como Saidi a reconstruir sus vidas.
