El barbero Charles enfermó de tuberculosis y se endeudó.
“Me llamo Charles Joseph y soy Peluquero en Dar es Salaam, Tanzania. Vivo y trabajo en la ciudad, cortando el pelo y dando un buen afeitado en la Barbería. No tengo educación formal más allá de la secundaria, mi familia no tenía medios para ello y, sinceramente, no me interesaba mucho la escuela. De joven era muy callejero y empecé a acosar a un amigo para que me enseñara a cortar el pelo. Pronto se me dio mejor que a él. Me gusta mi trabajo y me permite llegar a fin de mes.

Hace tres meses contraje tuberculosis (TB). Tenía dolores en el pecho, mucha tos, fiebre y sudores nocturnos. Durante dos meses me sometí a varias pruebas en mi clínica local, incluida una microscopia con mi esputo, y a las pruebas estándar para otras enfermedades como el VIH, pero fue en vano. La clínica era incapaz de averiguar qué me pasaba.

Mi estado empeoró y me debilité porque no tenía apetito y no comía bien. Las cosas se pusieron muy serias cuando tuve que dejar mi trabajo en la Barbería. Tengo una familia que alimentar y unos estudios que pagar. Era un círculo vicioso. Tuve que dejar la Barbería porque no podía pagar el alquiler, pero luego perdí a todos mis clientes y, para salir adelante, me endeudé. Mi familia dependía de la poca ayuda que podían prestarme mis parientes. Esto me rompió el corazón, como hombre de la familia siempre quiero poder mantenerlos.
Al final, tras hacerme más pruebas, me llamaron de la clínica y me dijeron que APOPO, que utiliza ratas para detectar la tuberculosis, ¡me había dado positivo! Me quedé asombrada. Y poco convencida. Pero las ratas podían oler las bacterias de mi muestra de esputo. APOPO confirmó la TB en su propio laboratorio, utilizando equipos y personal de calidad, antes de avisar a mi clínica. Fue un gran alivio porque significaba que podía empezar el tratamiento y trabajar para recuperar mi vida y mis medios de subsistencia.

Ahora estoy en tratamiento y me siento mejor, pero todavía se me hace cuesta arriba. Tengo que empezar a conseguir clientes desde cero y todavía debo dinero. Ojalá APOPO me hubiera hecho las pruebas desde el principio”.